Historia

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El origen de nuestra Fiesta del Árbol

 

Según la leyenda o la tradición oral, Villanueva de la Sierra estuvo situada en el lugar denominado Los Llanos a unos tres km sentido Villanueva-Pozuelo de Zarzón, al lado izquierdo de la carretera y a unos 100m antes de llegar al Arroyo de la Degollá sigue la leyenda que este lugar fue destruido por una plaga de hormigas y trasladado al sitio que hoy ocupa.


Allá por el año 1077, reinando Don Alfonso V de León, en la confluencia de los ríos Traigas con Pedroso existía una aldea llamada de Trasga, que Alfonso IX donó al Obispo de Coria en 1188. Donde hoy se encuentra la actual Villanueva no existía pueblo, tan solo era un caserío, y también tenía una vivienda el obispado de Coria para veranear que fue destruida y en sus ruinas se construyó la Iglesia de Santa María de la Reina y a sus alrededores la Aldea de Trasga, origen de Villanueva de la Sierra.


La actual Villanueva de la Sierra se componía con los que vivían en la Aldea de Trasga y los de Los Jarales y los que vivían en la Aldea de los Llanos. En 1359 el Rey Alfonso IX la donó al obispo de Coria, la Villa de Santa Cruz y Aldea Nueva, el cual fue su primer nombre luego para llamarse aldea nueva de la obispalía por haberla donado el Rey Carlos II al obispo Don Pedro de Peña y cambia de nombre en varias ocasiones.


En 1743 ya rezaba con el nombre de Villanueva de la Sierra. Por la parte norte no tenía término, pues el término de Santa Cruz llegaba hasta las paredes de un viejo castillo, convertido en cementerio ya destruido y utilizadas las piedras para construir una iglesia y algunas casas señoriales. Aún quedan en los cimientos de las casas allí construidas algún pasadizo subterráneo.


La Iglesia sería un primer polo de desarrollo urbanístico. Estamos en la época medieval. En el Renacimiento los cambios sociales y sobre todo políticos convierten nuestra aldea en Aldeanueva, de ahí pasará a Villanueva, como decíamos anteriormente.


Con Felipe II se dictan normas sobre el trazado viario y la plaza pública será un centro por donde salen calles en forma radial.


Otras notas de nuestra historia son las casas: la casa de Casasola situada en la Plaza con la puerta adintelada al igual que la casa de Durán llamada casa de los Duranes por ser la primera casa que formó el señorío de la familia Loaysa. Además de su aspecto rejería de hierro portal adintelado se encuentra el Magnolio declarado árbol singular de Extremadura.

 

En la Fuente del Palacio se encuentra la casa de los Marqueses de la Encina. Otra fuente similar de granito se encuentra en la Fuente del Arroyo de época medieval, otra en la Fuente de la Mora cuando este caserío se convirtió en Villa se trajo el agua de un manantial llamado con el nombre actual.
El Pósito es actualmente un centro social pero antiguamente era un depósito para guardar trigo y cereales.

En su historia quedan los diez escudos en piedra situados en las casas de los nobles.


200º Aniversario de la Fiesta del Árbol (1.805 - 2.005)


La fiesta del árbol tiene una gran relevancia en Villanueva de la Sierra. En Villanueva de la Sierra, un pueblo de la Sierra de Gata, un cura llamado D. Ramón Vacas Roxo, acompañados de los maestros y niños de la Escuela del pueblo, deciden que en la fiesta del martes de Carnaval, plantarán árboles en conmemoración de la Libertad. El sitio escogido será el ejido del pueblo y la arrollada de la Mora, enclaves húmedos en la periferia del caserío, donde son apropiados los álamos por su apetencia a la humedad, buena sombra y rápido crecimiento. De esta decisión se da cuentas a las autoridades, que rápidamente se suman a la idea y son los alcaldes D. Pedro Barquero y D. Andrés Hernández quienes deciden organizar tres días de Fiestas, a los que se suman todo el vecindario, alegrando el ambiente con música de tamboril y regado con buen vino gratis para los asistentes, cono así consta en los archivos municipales, en crónicas de D. Ezequiel Solana.

No será hasta D. Joaquín Costa (1846-1911), notable jurista y político aragonés, principal cabeza del Regeneracionismo, movimiento en la lucha contra el caciquismo imperante, cuando se reivindique para España, y concretamente para Villanueva de la Sierra, la autoría de la Fiesta del Árbol, basándose en la documentación aportada por el insigne botánico D. Francisco Antonio Fernández Zea, que describe tal celebración en el semanario Agricultura y Arte, con fecha 24 de Octubre de 1804.

Años más tarde, en 1.817, según describe D. Miguel Bravo, se celebró en León una fiesta donde participó numerosos vecindario, plantándose numerosos árboles que servirán de base al jardín que se llamara Parque de San Francisco.


Todas estas iniciativas tan nobles y participativas serán olvidadas por los avatares que arrastraron al país a futuras guerras. Se avecina la Guerra de la Independencia y posteriormente la restauración del antiguo Régimen será al otro lado del Atlántico donde se recojan vientos de Libertad y 1872, en Nebrasca (EEUU) a iniciativa de un gran defensor del arbolado, Mr. Steeding Norton, se fundará el The Arbol Day (Día del Arbol), programándose numerosos actividades en su defensa, y sobre todo intentando arar el arboricidio incontrolado que los colonos americanos habían declarado contra los grandes bosques del Oeste. El afán proteccionista pronto volverá a Europa aquí en España, el prestigioso ingeniero de montes D. Rafael Puig y Valas instauró en Barcelona, en 1.898, la asociación Amigos del Arbol, presentando una ponencia en 1900, en el Congreso Internacional de Silvicultura, en el sentido que fuera el Touring Club de France, con numerosas delegaciones y Amigos del Árbol, en todo el territorio.


En 1.914 se crea la Sociedad Amigos del Árbol, quien fuerza la situación hasta que por Real Decreto del Ministerio de Fomento de 16 de Octubre de 1914 es declarada de utilidad pública. Pocos meses después, mediante Real Decreto de 15 de enero de 1915, firmado por D. José Sánchez Guerra, se obliga a los ayuntamientos a la celebración de la Fiesta del Árbol.


La Diputación de Barcelona, reunida en Pleno Ordinario de 30 de junio de 1971, al cumplirse el XXV aniversario del Patronato provincial de Repoblación Forestal, y día del Árbol, deciden por unanimidad felicitar al Municipio de Villanueva de la Sierra y especialmente a su párroco, D. Ramón Vacas Roxo , por ser los primeros en el mundo que instauraron la Fiesta del Árbol , asistiendo al acto por parte del municipio cacereño, la Corporación en Pleno, presidida por su Alcalde D. Gonzalo Simón Sánchez , el párroco D. Ángel Martín Ramos y el Director del grupo escolar D. Ángel Paule.


Esta fiesta ha sufrido muchos avatares desde entonces de los olmos plantados por D. Ramón y los niños, todavía queda algún viejo ejemplar en el Ejido, ya con el tronco hueco, que sirvió de garita de guardia a los falangista que vigilaban el paso en la carretera hacia Hervás, en la guerra civil española.
En las fiestas del pueblo, al final del campeonato de juegos de cartas se desarrollaba en su interior, donde cogían perfectamente dos parejas y la correspondiente mesa de juego. También en su interior, se desarrollaban secretos juegos amorosos, no muy bien vistos por la autoridad, lo que motivó algún que otro altercado que desembocó en la tala del árbol, por motivos políticos, según las crónicas, motivos que no hemos conseguido averiguar en qué consistían.


En el mismo acto y a propuesta de D. Juan Salvatella Perelleda se toma la decisión salomónica de declarar como primera institución de la Fiesta del Árbol Forestal al Ayuntamiento de Villanueva de la Sierra en 1805, declarar primera Institución de la Fiesta del Árbol Frutal a D. Francisco Viñas. Dordal (tenor) en 1804 para Nebrasca se le reservó la autoría de la primera institución en la Fiesta del Bosque. En ese mismo acto también se instituyó la primera fiesta de la Agricultura para Barcelona en 1829.
Parece ser que una vez finalizado el acto, todo el mundo quedó contento con el reparto de patentes.
Esperamos que todos estos festejos que tienen al árbol como protagonista no se limiten solo al ámbito urbano. Toda la Sierra de Gata, y otras muchas Comarcas de Extremadura, han sufrido incendios forestales que han arrasado miles de hectáreas de pinos, y junto a ellos, numerosos espacios de bosque autóctono de gran valor.


La marcha atrás en la política a base de coníferas, debe favorecer la regeneración del bosque con especies autóctonas e ir acompañadas de campañas de sensibilización, divulgación e información sobre los daños irreversibles causados por los incendios. La recuperación de nuestras masas forestales así lo exige y tendríamos motivos sobrados para festejar tanto el día del árbol como el día del medio ambiente, enriqueciendo al mismo tiempo el futuro de las generaciones venideras.